State of CSS

Como ya es habitual por estas fechas, la conocida macro encuesta realizada a nivel mundial, llega para arrojar luz sobre el estado del front end del desarrollo web y más concretamente sobre CSS, sus desarrolladores y sus preferencias.

Por tanto, si tenemos en cuenta que CSS, se ocupa del estilo de la web… ¿Podríamos estar hablando del Prêt-à-porter del mundillo del desarrollo? Probablemente sí.

¿Qué cifras nos arroja State of CSS?

Como acostumbra, State of CSS, comienza a regalarnos todo tipo de datos interesantes desde la primera de sus gráficas. Esta parte, como no podía ser de otra forma en una encuesta que se precie, se ocupa del “quien”, es decir, la demografía de la misma.

Así nos indica, por ejemplo, que con la cifra más alta en cuanto a nacionalidades se refiere, se encuentra la comunidad de programadores estadounidenses con un 14% de la muestra total. En el vagón de cola de la comunidad yanqui, se encuentran británicos, alemanes, franceses y rusos, con cifras muy parejas y que se mueven entre el 4,7% y el 4,2%. Justo a continuación aparece la comunidad española con un 2,6%.

No solo en la nacionalidad se centra este estudio, si no que el 72% de las preguntas de la encuesta se respondieron en habla inglesa, mientras que solo un 5,5% de ellas se completaron en nuestro idioma. Bajando más al detalle nos indicará que el grueso de los encuestados se encuentra entre los 24 y 34 años con el 50,6%, mientras que también es significativo el casi 30% de los encuestados cumplen entre 35 a 44 años de edad.

Pero, sobre todo, el desarrollador tipo de esta encuesta, nos puede dar una idea del estado del sector. Éste, y pese al enorme trabajo de la comunidad femenina que cabe resaltar, sigue creciendo, no es otro que un hombre (87%), caucásico (57,2%), perteneciente a una empresa de entre 100 y 1.000 empleados (17,1%) y que percibe por su trabajo entre 50.000 y 100.000$ americanos al año (22,7%).

Layouts y propiedades CSS mejor valoradas

Pero entremos de lleno a valorar las herramientas que estos desarrolladores utilizan para crear sus webs. Para ello empecemos por la estructura, los Layouts de las páginas. Un año más, continúa reinando Flexbox, que alcanza el 98,7% de utilización. A este le sigue, como no podía ser de otro modo, CSS Grid, que pese a poseer una complejidad mayor, es apoyado por su compatibilidad con Flex y su gran potencia, continuando con un ascenso de casi 10 puntos hasta el 83,1%.

Cabe destacar en este apartado el paulatino crecimiento de Subgrid hasta el 12,7% de utilización y un 57,3% de usuarios que conocen esta tecnología. La evolución natural de Grid tendrá que esperar a que la confianza de los usuarios y el soporte de los navegadores se vuelquen en ella.

Entre las propiedades CSS con más tiempo en la escena y las nuevas apariciones, podemos resaltar muchísimas cosas. Como que el uso de variables CSS y la función calc(), se han convertido en prácticamente un estándar con porcentajes que se acercan e incluso superan el 90% de uso. También podemos destacar la buena salud de propiedades como Object-fit, que ajusta imágenes a los espacios que las contienen, o de los efectos de filtrado CSS.

Las tecnologías: la categoría reina

Pero si existe una “categoría reina” en el State of CSS, ésta no es otra que la ocupada por las tecnologías. Esto es debido a que el nivel de apoyo por parte de la comunidad de desarrolladores a una u otra tecnología repercute directamente en el ciclo de vida de la misma, en el valor de los conocimientos adquiridos por los desarrolladores y de las aplicaciones llevadas a cabo con ella.

La encuesta, partiendo de dos premisas como son los niveles de uso y la satisfacción de sus usuarios, encasilla a estas tecnologías en cuatro tipos:

Tecnologías a evitar

Por su bajo nivel de uso y la falta de satisfacción de los usuarios.

Tecnologías a replantearse

En esta categoría encontramos al archiconocido framework Bootstrap, que a pesar de mantenerse en un nivel de uso del 85%, cae en picado en cuanto a lo que a satisfacción de sus usuarios se refiere, situándolo en un pírrico 41%, lo que augura que su reinado no se mantendrá con los años.

Tecnologías a adoptar

En donde tiene cabida aquella tecnología con un alto nivel de uso a la par que de satisfacción. No, no se trata de un error, nos referimos a aquella, en singular, ya que Sass (Syntactically Awesome Stylesheets), el procesador CSS, es el único asentado en esta categoría.

Aunque no es oro todo lo que reluce, ya que, aunque su privilegiada posición y el 84% de satisfacción nos pueda llevar a equivoco, esta no es la tecnología con un nivel de satisfacción superior.

Tecnologías a evaluar

Pese a ser menos usadas, estas tecnologías muestran un elevado índice de satisfacción. Haciendo un símil, se trataría de los nuevos diseñadores, que aportan nuevas ideas que pueden convertirse en tendencia.

Aquí encontramos a la tecnología que más gusta a los encuestados. PostCSS cuenta nada más y nada menos que con el 91% de satisfacción, marcando el registro más alto.

Aunque en este apartado, ha causado gran revuelo, el fulgurante repunte de proyectos llevados a cabo mediante el framework Tailwind CSS, que, aunque posee una satisfacción de 78%, ha pasado de ser el 9º framework más usado, a directamente el 2º puesto en apenas 2 años. ¿Es esto indicativo de una futura abdicación del todo poderoso, aunque algo anticuado, Bootstrap en su favor?

Conclusiones

Muchas son las lecturas a sacar de esta ingente cantidad de datos. Sheila Cabanas, fullstack developer del departamento de desarrollo de esta casa nos apunta, por ejemplo, “un gran descubrimiento, CSS Scroll Snap, permite crear un slider sin necesidad de Javascript y con muy pocas líneas de CSS”. En cuanto a los frameworks señala: “no me sorprende ver que baja el interés por Bootstrap, lo hemos visto dentro de nuestros propios proyectos, que ha ido cediendo lugar a Material UI. Interesante, Tailwind CSS, pinta muy bien, quizás en algún proyecto próximo podamos darle una oportunidad.”

Sea como fuere, no se puede negar la influencia del cada vez más famoso State of CSS a la hora de seguir las tendencias del “mundillo”. Siempre se dice que “para lucir hay que sufrir”, pero lo cierto es que “cada uno viste como quiere”, y que lo más importante es estar cómodo.